La limpieza de uno mismo y de los espacios en los cuales tu trabajas o vives es una práctica fundamental de la buena higiene espiritual. Así como es importante mantener limpia tu casa y el entorno en el que vives, es igual de importante mantener limpio tu campo energético.

La purificación o limpieza energética te ayuda a estar en calma sin el peso de la energía proyectada por otros. Es una gran herramienta para ayudarte a mantener el equilibrio en tu vida diaria en todos los niveles.

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