La tierra fértil, el flujo y la gratitud en acción. Esta intención encarna la energía de recibir y expandirse, no desde la carencia, sino desde la confianza en que el universo provee. En Miakoda, los aromas de abundancia son cálidos, especiados y dorados: recuerdan la cosecha, el sol bajo y el valor de lo que ya posees. Manifestar no es pedir más, sino agradecer lo que ya florece.

escribir tres cosas por las que agradecer cada día.

encender velas doradas o usar brumas cítricas.

dejar flores, semillas o miel en tu altar











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